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Bacterias y gérmenes en el agua potable: lo que necesita saber
En muchas regiones de Europa, los proveedores de agua suministran agua potable de alta calidad y la controlan regularmente. Los riesgos suelen surgir dentro del edificio: en tuberías contaminadas o cuando el agua se estanca, las bacterias u otros gérmenes pueden multiplicarse. Para los operadores de sistemas de agua potable, esto significa que en la mayoría de los casos el problema no está en el suministro, sino en la instalación dentro del propio edificio.
En este artículo presentamos las bacterias más importantes que se encuentran en el agua potable y señalamos qué otros gérmenes también pueden desempeñar un papel.
Bacterias en el agua potable: el agua no tiene por qué estar completamente libre de gérmenes
Según el Real Decreto 3/2023, el agua de consumo humano no debe contener microorganismos ni otras sustancias en concentraciones que puedan poner en peligro la salud. Esto significa que el agua del grifo no tiene que estar totalmente libre de bacterias, pero existen límites claros que definen cuándo es necesario actuar. Si se superan estos límites, los operadores deben adoptar las medidas adecuadas para garantizar la higiene del agua potable, de acuerdo con las directrices del Ministerio de Sanidad.
Es bueno saber: valores paramétricos, parámetros indicadores y niveles de actuació
- Valores paramétricos (Anexo I del RD 3/2023): Se aplican a bacterias específicas como E. coli. Por ejemplo, no debe detectarse E. coli en 100 ml de agua potable. Incluso una sola detección requiere una actuación inmediata.
- Parámetros indicadores (Anexo I del RD 3/2023): Sirven para evaluar el estado general del sistema de abastecimiento de agua (por ejemplo, bacterias coliformes, recuentos de colonias). Una superación no supone un riesgo inmediato para la salud, pero señala problemas que los operadores deben investigar.
- Nivel de actuación para Legionella (RD 487/2022 y RD 614/2024): El propio RD 3/2023 no establece un límite fijo, pero la normativa específica sobre legionelosis define niveles de actuación. El umbral a partir del cual se debe actuar comienza en ≥ 100 UFC/l. Si se supera este valor, es obligatoria una evaluación de riesgos y la aplicación de medidas correctoras adecuadas.
Para los operadores de sistemas de agua potable, esto significa: los valores paramétricos protegen directamente la salud, los parámetros indicadores ayudan a evaluar la higiene del sistema, y el nivel de actuación señala el riesgo asociado a la Legionella.
Especialmente en centros sanitarios como hospitales, se requieren medidas preventivas específicas y una actuación inmediata en caso de detección. Las personas con un sistema inmunitario debilitado corren un mayor riesgo de contraer enfermedades a partir de agua contaminada.
¿El biofilm favorece los gérmenes en el agua potable?
Sí, la formación de biofilm fomenta el crecimiento de gérmenes y bacterias, ya que ofrece condiciones ideales para la multiplicación de patógenos. Dado que los biofilms son difíciles de eliminar, la prevención resulta especialmente importante (por ejemplo, mediante un uso correcto del sistema, una instalación higiénica y el mantenimiento de temperaturas adecuadas).
Bacterias y gérmenes en el agua potable: una visión general
Una amplia gama de bacterias y virus puede sobrevivir en el agua, al menos durante un cierto periodo de tiempo, y el consumo de agua contaminada puede causar problemas de salud. Algunos patógenos también pueden entrar en el organismo a través de aerosoles, la piel, heridas u orificios corporales.
Legionella en el agua potable
Las Legionella figuran entre las bacterias más conocidas en el agua potable. En particular, la especie Legionella pneumophila puede causar enfermedades graves como la legionelosis cuando se inhalan aerosoles contaminados.
Su crecimiento se ve favorecido principalmente por temperaturas entre 25 °C y 45 °C, razón por la cual la estancación en las tuberías de agua caliente supone un riesgo especial.
Para información detallada, consulte nuestro artículo: Legionella en el agua: cómo reducir los riesgos
Pseudomonas en el agua potable
Pseudomonas aeruginosa es una bacteria típica del agua que necesita humedad para crecer. Está presente en el medio ambiente, pero también puede encontrarse en las tuberías de agua potable y en los biofilms. En estos entornos se beneficia del agua estancada y puede multiplicarse rápidamente.
Para los operadores de sistemas de agua potable, esta bacteria es especialmente crítica porque puede causar infecciones en los pulmones, las vías urinarias o las heridas, y a menudo presenta resistencia a los antibióticos comunes.
Para información detallada, consulte nuestro artículo: Pseudomonas en el agua: todo lo que hay que saber.
Bacterias coliformes en el agua potable
Las bacterias coliformes, como Escherichia coli, son organismos indicadores típicos. Solo pueden sobrevivir en el agua potable durante unos pocos días, por lo que su detección casi siempre apunta a una contaminación fecal reciente.
Incluso pequeñas cantidades de agua contaminada con ciertas bacterias coliformes pueden provocar enfermedades diarreicas.
Para los operadores de sistemas de agua potable la norma es clara: según el Real Decreto 3/2023, las bacterias coliformes no deben estar presentes en 100 ml de agua potable. ¡Cualquier detección requiere una actuación inmediata!
Para más detalles, consulte nuestro artículo: Bacterias coliformes: todo sobre E. coli, Enterobacter y más
Stenotrophomonas maltophilia
Stenotrophomonas maltophilia es una bacteria ambiental que se encuentra en el suelo, en las plantas y también en el agua.
En las instalaciones de agua potable puede colonizar los biofilms y multiplicarse allí.
Para las personas sanas suele ser inofensiva, pero para individuos inmunodeprimidos puede representar un riesgo, ya que puede causar infecciones en las vías respiratorias, en la sangre o en heridas.
Para información detallada, consulte nuestro artículo: Stenotrophomonas maltophilia en el agua potable: riesgos, transmisión y medidas preventivas
Klebsiella en el agua potable
Las Klebsiella pertenecen a la familia de las Enterobacteriaceae y están presentes de forma natural en los intestinos de los seres humanos y de los animales.
Una vez que entran en una instalación de agua potable, pueden asentarse en los biofilms y persistir allí.
Para las personas sanas, por lo general no representan un problema. Sin embargo, para los individuos inmunodeprimidos pueden provocar infecciones como neumonía, infecciones urinarias o sepsis.
Para más detalles, consulte nuestro artículo: Klebsiella en el agua potable: especies relevantes, riesgos y medidas de protección
Enterococos en el agua potable
Los enterococos son bacterias lácticas que se encuentran en los intestinos de los seres humanos y de los animales, donde contribuyen a la digestión. Debido a sus propiedades fermentativas, incluso se utilizan deliberadamente en algunos alimentos, como quesos o embutidos crudos.
Los enterococos pueden causar enfermedades como infecciones urinarias, endocarditis, infecciones de heridas o abscesos, especialmente en personas con el sistema inmunitario debilitado o cuando entran en el organismo a través de vías como catéteres, heridas o mucosas, por ejemplo mediante agua potable contaminada.
A diferencia de las bacterias coliformes, los enterococos –que pertenecen al grupo de los estreptococos fecales– pueden sobrevivir fuera del intestino durante varias semanas. Por lo tanto, cuando se detecta una contaminación, resulta difícil determinar el momento exacto del incidente.
Hasta ahora se conocen unas 25 especies de enterococos. Las causas más frecuentes de infecciones son Enterococcus faecalis y Enterococcus faecium.
Otros gérmenes y bacterias en el agua potable
Existen también otros gérmenes patógenos que pueden sobrevivir en el agua: entre ellos se encuentran Salmonella, Enterobacter y Vibrio cholerae. Virus como los norovirus y rotavirus también pueden causar enfermedades gastrointestinales. Además, existe el riesgo de infección por los virus de la hepatitis A y E a través del agua potable.
Gérmenes en el agua potable: ¿qué hacer? Nuestras recomendaciones
La clave consiste en garantizar que no entren gérmenes, bacterias o virus en el agua potable desde el principio. La prevención mediante medidas adecuadas es igualmente importante para evitar su crecimiento dentro de la instalación.
- Dejar correr el agua regularmente: las bacterias se multiplican con especial facilidad en el agua estancada.
- Limpiar o sustituir con regularidad los aireadores (salidas de los grifos), ya que son puntos típicos de acumulación de gérmenes.
- Analizar el agua potable: permite detectar la contaminación en una fase temprana.
- Utilizar filtros estériles: instalados directamente en grifos o duchas, ofrecen protección inmediata frente a los gérmenes transmitidos por el agua.
Vigilar los riesgos más importantes y aplicar medidas preventivas específicas es fundamental para salvaguardar la calidad del agua potable a largo plazo. Para los operadores de sistemas de agua potable, esto significa: monitorización regular, higiene constante y el uso de medidas de protección adecuadas.