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La importancia de la normativa española sobre el agua destinada al consumo humano

La normativa española sobre agua destinada al consumo humano establece las bases legales para garantizar una calidad excelente en el agua destinada al consumo humano. Regula:

  • las características del agua destinada al consumo humano,
  • el tratamiento del agua,
  • las obligaciones de los suministradores de agua, y
  • el control del agua destinada al consumo humano.

La normativa aplica dentro del derecho alemán la Directiva europea relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano (Directiva 98/83/CE). La normativa sobre agua destinada al consumo humano constituye así una regulación válida en principio en toda Europa, pero que hasta ahora no se había aplicado de manera uniforme en los países. En muchos países (como Alemania1, Austria2, Francia3, España4 y Luxemburgo5) existen normativas nacionales parecidas que garantizan la calidad del agua destinada al consumo humano. El agua destinada al consumo humano no puede contener agentes patógenos u otras sustancias en concentraciones perjudiciales para la salud (por ejemplo, sustancias radioactivas o metales). Por lo tanto, debe ser "limpia y apta para el consumo humano". Sin embargo, estos requisitos no siempre se cumplen. En julio de 2018, por ejemplo, la UE amonestó a Irlanda por escrito por no haber cumplido con las obligaciones europeas de la directriz sobre el agua destinada al consumo humano y haber permitido que se sobrepasara el valor establecido de trihalometano (THM).6 

La directriz europea obliga a sus estados miembros a presentar cada tres años un informe sobre el agua destinada al consumo humano. Cuando se sobrepasan puntualmente los valores límite no quiere decir que surja de repente un peligro para la salud, sino que dependerá de la magnitud y de la duración en que se sobrepasen.

La normativa sobre agua destinada al consumo humano modificada en 2016

La legislación española, en concreto el RD 314/2016 que modifica el RD 140/2003 sobre agua destinada al consumo humano, intenta reforzar la calidad del agua destinada al consumo humano conforme a las indicaciones europeas. Entre otros, se fijan unos parámetros relacionados con la seguridad microbiológica del agua, para la realización de controles que aseguren que dicha agua es apta para el consumo humano, como ausencia de Escherichia Coli, Enterocos o Clostridium Prefringens.

Las autoridades sanitarias tienen la obligación legal de supervisar regularmente las plantas de extracción y de suministro de agua.

La atención se centra en la protección del consumidor

La normativa sobre agua destinada al consumo humano centra su atención en la protección del consumidor. No solo regula el suministro urbano de agua destinada al consumo humano y la calidad del agua en las instalaciones sanitarias y los edificios públicos, sino también su aplicación a los arrendadores o propietarios particulares. El RD 140/2003 establece que los propietarios de los inmuebles son responsables de mantener la instalación interior a efectos de evitar modificaciones de la calidad del agua de consumo humano desde la acometida hasta el grifo.. De este modo, la normativa sobre agua destinada al consumo humano sienta las bases legales para la responsabilidad de la persona explotadora frente a posibles daños a la salud.

 

 

1www.bgbl.de/xaver/bgbl/start.xav;
2www.ris.bka.gv.at/GeltendeFassung.wxe 3www.legifrance.gouv.fr/affichSarde.do;
3www.boe.es/buscar/pdf/2003/BOE-A-2003-3596-consolidado.pdf 
4eau.public.lu/legislation/index.html europa.eu/rapid/press-release_MEMO-18-4486_es.htm