Revista


Hoteles: garantía de calidad del agua y protección de los huéspedes frente a la legionela

Las instalaciones de agua potable de los hoteles pertenecen a la categoría de las llamadas grandes instalaciones. Los operadores hoteleros españoles deben garantizar la calidad del agua de acuerdo con los requisitos de la normativa sobre el agua potable. En estas instalaciones existe una obligación regular de análisis de la legionela. Las pruebas del agua potable en búsqueda de legionela u otro tipo de contaminación debe extraerlas y realizarlas un laboratorio acreditado u otro operador certificado para ello.

A pesar de las obligaciones legales, en España sigue habiendo hallazgos positivos de legionela en las conducciones de los hoteles. En caso de daños y perjuicios, el propietario del hotel puede resultar responsable incluso de acciones penales que podrían comportar penas de prisión.

La legionela y sus peligros para el ser humano

La legionela vive en el agua y es un tipo de bacteria en forma de bastoncillos que aparece cuando el agua caliente ofrece unas condiciones óptimas para su multiplicación. Existen diferentes tipos de legionela; el más conocido es Legionella pneumophila, que es causante de la llamada enfermedad del legionario (legionelosis). Esta enfermedad infecciosa –que se trasmite a través de la proyección aerosolizada de las gotas de agua– se manifiesta en forma de inflamación pulmonar y puede tener un curso mortal ni no se trata. En casos aislados, la legionela puede provocar también inflamación de heridas, endocarditis o inflamación renal. La infección se produce generalmente por la aspiración de las bacterias al ducharse. Además de las de las habitaciones de los hoteles, hay que controlar también las duchas de los balnearios y áreas de bienestar.

Factores de riesgo del hallazgo de legionela

La temperatura ideal para la legionela es de 20-55 °C, que favorece su capacidad de reproducción. Además, la multiplicación de las bacterias se ve favorecida también por la existencia de nutrientes, como, por ejemplo, la capa biológica de las tuberías. En el agua, la legionela se reproduce de manera intracelular en las amebas y otros seres vivos unicelulares (protozoos). Estos patógenos se multiplican especialmente bien en el agua estancada. La mayoría de los tipos de legionela mueren a partir de una temperatura de 60 °C, aunque existen indicios de que algunos tipos se han adaptado tan bien que consiguen sobrevivir incluso a temperaturas de hasta 70 °C.

Legionela

El riesgo de legionela es especialmente elevado en las conducciones viejas, con mantenimiento deficiente o que se utilizan solo temporalmente, en los depósitos con calcificaciones y en la utilización de goma u otros materiales plásticos. El riesgo aumenta en los sistemas de conducción con bifurcaciones y ramificaciones muertas. Cuando un hotel no funciona a pleno rendimiento de manera regular existe el riesgo de que el agua estancada provoque hallazgos de legionela. Otro factor de riesgo es la temperatura de las conducciones del agua caliente. Normalmente la temperatura del agua caliente de las instalaciones se reduce para ahorrar energía, de manera que ya nunca se alcanza la temperatura prescrita de 60 °C. En los tramos largos, existe el peligro de que el agua caliente se llegue a enfriar mucho antes de llegar al punto de salida. En este caso, deben instalarse calentadores instantáneos descentralizados.

Medidas de prevención

Existen diversas medidas para evitar la aparición de hallazgos de legionela. Las conducciones deben tener un buen aislamiento térmico. Se recomienda aislar las conducciones antiguas. Los acumuladores de agua caliente deben ser adecuados a las necesidades reales, y la temperatura debe ser de al menos 60 °C a la salida del calentador. Las conducciones que no se utilicen deben ser desmanteladas. En los periodos en que el hotel no esté funcionando a pleno rendimiento, resulta conveniente abrir regularmente todas las tomas de agua durante algunos minutos. Además, se recomienda realizar un buen mantenimiento técnico de la instalación del agua,  por supuesto y sobre todo en acumuladores de agua caliente y tuberías.

Como huésped de un hotel se recomienda que, antes de usarlos por primera vez, abra el agua caliente de los grifos de la ducha y el lavabo y salga de la habitación mientras deja correr el agua durante algunos minutos para que se limpie así el agua estancada de las conducciones.

Modo de proceder en caso de hallazgo positivo

Si en una de las muestras tomadas se encuentran más de 100 unidades formadoras de colonias (UFC) por 100 mililitros de agua –este es el denominado valor técnico de medida– se considera que existe un riesgo potencial para el huésped. Este hallazgo debe comunicarse de manera inmediata a la autoridad sanitaria pertinente. Dependiendo del grado de contaminación deben tomarse diferentes medidas.

Además, en caso de sobrepasarse los valores límite de legionela, se exige unexamen posterior del sistema de agua caliente, cuyos resultados deben presentarse a las autoridades sanitarias competentes.

Una medida muy eficaz en caso de hallazgo es montar filtros de membrana en las instalaciones de ducha. Existen telefonillos de ducha de un solo uso y también otros con cartuchos de filtrado recambiables que se integran con armonía en los baños modernos gracias a su diseño simple y funcional y garantizan así que los huéspedes estén protegidos en todo momento frente a la legionela y otros gérmenes del agua, como Pseudomonas. Los telefonillos para la legionela están dotados de membranas de fibra hueca que filtran el 99,99999% de los gérmenes del agua. Esto se corresponde con los requisitos para el agua filtrada para uso médico y hace posible ducharse con tranquilidad incluso en caso de producirse algún hallazgo. La vida útil de los filtros/cartuchos de filtrado es de varios meses, dependiendo del modelo.

A modo de resumen puede decirse que el operador comercial de una instalación con suministro de agua potable, como, por ejemplo, un hotel, está obligado a cumplir con unas obligaciones de construcción y de cuidado de las instalaciones en cuanto a mantenimiento. Las obligaciones de la normativa sobre agua potable deben aplicarse para no poner en peligro la salud de los huéspedes. Con la instalación de los filtros correspondientes puede evitarse la prohibición de ducharse en caso de un hallazgo, de manera que puede seguir llevándose a cabo la explotación del negocio hotelero.