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Agua destinada al consumo humano: en toda Europa se exige una alta calidad del agua

Gracias a la Directiva europea del año 1998 la calidad del agua en Europa es de un elevado nivel en la mayoría de los países. Sin embargo, según las estimaciones de la Comisión Europea, aún hay 23 millones de europeos que no tienen acceso a un abastecimiento de agua básico.1 Especialmente en las zonas rurales, muchos habitantes no cuentan con una toma de agua. La OMS (Organización Mundial de la Salud) calcula que cada día mueren en Europa 14 personas por diarreas debidas a la falta de suministro de agua y de saneamiento.2 Esto significa, por un lado, que debe garantizarse el suministro básico, y, por otro, que deben igualarse los estándares de calidad de los diferentes países.

En consecuencia, la Comisión Europea está en proceso de modificar las legislaciones existentes hasta ahora para adaptarlas a las circunstancias actuales.3 Las normas fundamentales para los parámetros microbiológicos y químicos de la directiva sobre el agua destinada al consumo humano no se han actualizado desde 1998, de manera que no reflejan en su totalidad los avances científicos, la mejor valoración de riesgos, los cambios de comportamiento ni las cargas medioambientales.4

 

El objetivo es garantizar el acceso a todos los ciudadanos europeos a un agua destinada al consumo humano de alta calidad.

 

El objetivo es garantizar el acceso a todos los ciudadanos europeos a un agua destinada al consumo humano de alta calidad. Un punto importante es la mejora de la calidad del agua mediante la inclusión de las sustancias nuevas y emergentes que surjan (como Legionella y clorato) en la lista de criterios para establecer la seguridad del agua. Además, debe fortalecerse la posición del consumidor haciendo que las empresas de suministro de agua pongan a su disposición información sobre la calidad del agua y la estructura de los costes.

Con el aumento de la utilización del agua corriente como agua destinada al consumo humano se espera conseguir un ahorro de 600 millones de euros para los hogares europeos y una enorme reducción de los residuos plásticos.1 Por lo tanto, deben ir reduciéndose de manera constante los riesgos sanitarios ligados a un agua de consumo impura.

 

 

1europa.eu/rapid/press-release_IP-18-429_es.htm
2www.euro.who.int/de/health-topics/environment-and-health/water-and-sanitation/news/news/2018/3/safe-drinking-water-in-europe 
3ec.europa.eu/environment/water/water-drink/review_en.html 
4ec.europa.eu/environment/water/water-drink/pdf/SWD_2016_428_F1_es.pdf